18/7/08

Strange people make different my city

Me gusta la gente rara, me pone contenta, siempre me sacan una sonrisa y me regalan historias que contar.
Por fin me crucé con mi vecina Kechu, después del ridículo de la fiesta de cumpleaños de César. Yo bajaba de mi casa para ir al gimnasio, tan contenta, y ahí me la encuentro, en la puerta de la calle. :S
-¡Pilar! Espera un momento, que quiero hablar contigo.
(Con la vergüenza que tengo y aun me va a pegar el explicote aquí mismo, en la calle)
- Dime Kechu ¬¬
- Quería decirte que no te preocuparas por lo de la otra noche, que te he visto muy cortada desde entonces y no quiero que pienses mal. No quería cortaros el rollo, pero es que mi hija tenía al día siguiente un examen de Erasmus y estaba bastante preocupada por no poder dormir. Mi otro hijo sin embargo me echó la bronca por fastidiaros la fiesta... (blablabla).
- Pero Kechu, si la que está avergonzada soy yo, no quería ni verte...
- No pasa nada, haced fiestas ahora, que cuando seáis más mayores no podréis.
Bastante flipante la tía, no me esperaba una reacción así, pero vamos, ni de lejos.

Tengo una clienta, Lola la del Bingo, que es muy mística. Le han hecho muchas operaciones por razones de salud, y ahora que está bien ella se quiere hacer alguna por estética. Al parecer, como lo ha pasado tan mal tiene unas creencias muy curiosas: karma, energía positiva... No sé de qué hablábamos el otro día que saqué a relucir mis fantásticos resultados del análisis de sangre que me hizo la empresa y va y me dice la tía:
- Búscate una piedra y dale las gracias. Yo tengo una muy bonita. Da igual el tipo de piedra que sea, de la calle vale, pero dale las gracias por cada cosa buena que te pase.
Joder tía, qué fuerte eres. Creo que voy a buscar una piedra y aunque no sea capaz de darle las gracias por nada me recordará lo extraña que es esta mujer.

El otro día tuve que llevar a mi hermano al aeropuerto de Alicante a las 6 de la mañana. Mi mosqueo era considerable pero cuando en mi misma calle veo a un tipo salir del portal, con ropa deportiva y una bici a las 05:45 de la mañana se me pasan todos los males. Él me miró con una sonrisa en la cara y me dio los buenos días, como si fuéramos colegas de algo ¿de levantarnos antes de que haya baldosines? Me impactó, en serio y me intrigó ¿qué coño pensaría que estaba haciendo yo a esas horas en la calle?

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo tengo una preciosa piedra en mi salón desde octavo de EGB, si quieres este finde la saco de paseo y le das las gracias a ella. Por cierto para no defraudar a tu vecina en la próxima fiesta prometo llevar una traca. Sebas