Por ejemplo, a mi me encanta la navidad. Todavía más me gusta estar de vacaciones en navidad, porque puedo hacer todo ese montón de cosas pequeñas que el día a día no me permite por falta de tiempo. Algo tan sencillo como ir a la plaza de abastos de mi barrio, dar un paseo por el centro con mi marido y mis hijos o cocinar, para mi son actividades de ocio de alto standing. Y para qué contaros lo de ir al cine... Eso ya son palabras mayores.
Estas navidades estoy de vacaciones y me he dedicado a disfrutar del tiempo libre, cenas, comidas con la familia y amigos. Es por eso que me he propuesto instaurar una nueva tradición en mi grupo de amistades. Por eso y porque hay que darle salida a todos los productos navideños que se acumulan en casa y acaban echándose a perder o, peor aun, en tus cartucheras. Este año hemos empezado a celebrar la tradicional merendola navideña. Ya se sabe que para que se establezca una tradición, la circunstancia o evento tiene que realizarse al menos dos veces, así que cruzaremos los dedos y esperemos que la merienda haya estado a gusto de todos.
Xoxo
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